(AFP) - El Mundial-2014 se celebrará en el país del fútbol, después de que el Comité Ejecutivo de la Federación Internacional (FIFA) adjudicara este martes sin sorpresas su organización a Brasil, único candidato en liza, que prometió una dimensión social y ecológica del torneo.
"Quiero expresar la alegría de ver el nombre de Brasil en este papelito", afirmó en Zúrich el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, reflejando la explosión de júbilo que siguió al anuncio en su país.
"Es el país que más ha dado al fútbol", sonreía el presidente de la Unión Europea de Fútbol (UEFA), el francés Michel Platini, miembro del Comité Ejecutivo.
"El país que más mundiales ha ganado, de donde han salido más jugadores. Una Copa del Mundo en Brasil es como ir de peregrinación a la Meca, Santiago de Compostela o Jerusalén", resumió Platini.
Aunque Platini condensó de maravilla el sentimiento general, Brasil debe ahora, como señala el presidente Lula, "asumir sus responsabilidades" para realizar "un trabajo inmenso".
Brasil prometió un Mundial a la vez social y ecológico. En el plano futbolístico, nos volveremos a encontrar evidentemente, 64 años después de la final perdida contra Uruguay (2-1), con el mítico Maracaná, que será renovado, pero también con otros estadios que saldrán de la lista de las 18 ciudades candidatas que quedarán reducidas a 12 en diciembre de 2008. Cuatro nuevos estadios serán construidos en el norte, región menos desarrollada que el sur.
Simbólicamente, el gobernador de Amazonia, Eduardo Braga, tomó la palabra para prometer que el Mundial "contribuirá al desarrollo sostenible. El Mundial de Brasil será el primer megaevento mundial que reunirá a billones de personas alrededor de la conservación del medio ambiente".
Para Ricardo Teixeira, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), la Copa del Mundo dejará "una herencia permanente" en Brasil, con mejoras en el ámbito del transporte, sanidad, alcantarillado y depuración de las aguas, así como en la seguridad.
La gran incógnita del informe brasileño es el presupuesto. Según Teixeira, se recurrrirá mayoritariamente a fondos privados.
Como en Sudáfrica, habrá una venta de entradas para los extranjeros y los locales para permitir a la gran mayoría de brasileños -150 sobre 190 millones viven en la pobreza- ir al estadio y vivir su pasión.
Es uno de los puntos que señaló el presidente Lula: "En Brasil, veréis jugadores maravillosos, pero la cosa más fascinate será el comportamiento extraordinario del pueblo brasileño".
Romario resume así el pensamiento general en Brasil: "Brasil tiene problemas pero va a hacer la mejor Copa del Mundo de la historia, de la misma forma que los jugadores brasileños en el terreno de juego, utilizando su creatividad".