No me gustan demasiado los autos, pero me gusta el futuro. Y me gustó mucho el concepto que los creadores de estos autos futuristas tienen de ellos y de su relación con la vida: ninguno de ellos está pensado para ir a trabajar o correr carreras, sino, simplemente, para disfrutarlos sin perjudicar al medio ambiente...
↑ El "Airflow", del diseñador francés Pierre Sabas, tiene motores eléctricos en las ruedas y está compuesto enteramente de vidrio. Permite una nueva sensación de manejo y ofrece a sus ocupantes una nueva percepción del exterior.
Este diseño, el "Lexus Nuaero", es de un sueco, Jon Radbrink, quién también basó el modelo en el cristal. El vehículo es un híbrido gas-electricidad. Fue inspirado en los edificios modernos, para darle a sus pasajeros un efecto de transparencia y protección al mismo tiempo.
El diseñador español Arturo Peralta Nogueras no cree que su prototipo se convierta en realidad, pero nada le impide soñarlo. "Senses" -así se llama-, se alimentaría de algas, y su diseño interior se basaría en proyección de hologramas que se adapten al paisaje exterior.
Dong Kyu Kim, de Korea del Sur, fue influenciado por el diseño de indumentarias, y su auto "Chameleon" recoge de detalles de cuellos de camisas, pañuelos y delineadores. El coche, como un buen vestido de noche, es asimétrico, excepto que cambia de color para adaptarse a la ocasión (gracias a Dios, sería terrible esperar a que una mujer se ponga a pintar el auto).
La diseñadora italiana Ilaria Sacco cree en una nueva forma de utilzar los vehículos que permita un gran nivel de personalización. El suyo se llama "My Lounge," e intenta imitar a las compañías de muebles que fabrican a medida y dejan a los usuarios elegir absolutamente todo lo que incluirá, como si estuvieras diseñando tu sala de estar.
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