Sé lo que habréis pensado leyendo el título de esta entrada, que Halloween es una costumbre guiri y que aquí en España ya tenemos los carnavales para disfrazar a la muchachada. Eso está muy bien pero seguro que hay algunos de vosotros a los que los peques os han pedido ayuda para disfrazarse porque el 30 de octubre toca.Para todos aquellos que habéis comenzado con el frenesí de buscar un disfraz adecuado, hoy os propongo uno muy sencillo, vestir al niño como el robot más tierno que hemos visto en el cine en los últimos tiempos. Para imitar al famoso Wall-E, basta con que consigáis una caja del tamaño adecuado y le hagáis dos agujeros por los lados para que saque los brazos (deben ser más bien anchos para que estén cómodos) y otro para sacar la cabeza. La caja se sostiene sobre los hombros pero recordad que por la parte de abajo debe estar abierta del todo para que el peque pueda sacar las piernas con facilidad.
Sólo tenéis que pintarla imitando el diseño del robot de la película de Pixar y vestir al peque de negro. Si sois manitas, podéis probar a hacerle unas gafas que queden como los ojos, pero si no servirán unas gafas de bucear pintadas de plateado que se puede poner sobre la cabeza.
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